Entrevista realizada a Dilcia Mendoza
Posted on 10:50 by aula subversiva
Entrevista realizada a Dilcia Mendoza, compañera de Primer Año de Psicología Vespertino, Universidad Arcis
Compañera, juguemos un poco a esto de la Asociación Libre…que me dice del Poder
Saber, ser, cadena perpetua dominio, esquema, ruptura
Saber
Ser, poder de ser, humano persona, gente
Sexualidad y Poder
Dominio, sangre, cárcel, mandato, joder
Ahora, de acuerdo a lo experimentado durante este año como alumna Arcis, ¿Como crees que se manifiesta el saber y el poder en el Arcis?, además de lo estrictamente académico.
No creo que se manifieste, o al menos yo aún no lo veo. ¿Cómo creo yo que se manifestaría? en pinturas colores, canciones, bailes, novedad de ser, de nacer, de crecer, creaciones, rehacer, eso en el saber, pero el verdadero saber, no este que aparece sacado de las memorias antiguas, que aún no se despegotea de los cadáveres, que también están aniquilados en la memoria, manoseado, emputecido, empobrecido, vestido como mendigo, se pasea por los pasillos de la Universidad, intentando cantar, intentando encantar lo in-encantable. El verdadero saber no aparece por ninguna parte. Está un poco ausente.
El poder es mucho murmullo, murmuraciones, rumores y nada en claro concreto, transparente, todo entre pasillos, no se encara el poder con el saber, se encubre se queda en algunos lugares, entre las murallas, en los tejados, y a veces está solo, no desciende, no lo hacemos descender, nos quedamos abajo, miedositos, quietitos, en silencio, no gritamos, no lloramos, no reímos, no nos revolcamos en el barro, no pataleamos en el suelo, no hay expresión, es vacío, silencio, tortura en secretos, ni siquiera preguntamos!!! Y no es de verdad, es de mentira, son sólo rumores, sin embargo, los rumores van a todas partes, no tienen fronteras, ni límites, recorren todos los oídos que se prestan para los rumores. Mientras tanto, todo está bien, aquí no pasa nada. Todo es lo que se muestra, lo que se quiere mostrar, lo que se quiere ver, lo que no se quiere saber, y el saber aún no se mezcla entre los que queremos saber, está en pedazos fragmentado, se entrega poquito, para que podamos poquito, y no peleamos porque sea más que un poquito, no es sólo la U. somos nosotros todos, los que aún estamos magullados, adoloridos, enceguecidos, embrutecidos, aún no nos paramos frente a frente ante nosotros y seguimos buscando respuestas ya respondidas para responderlas desde otras perspectivas, pretendiendo saber y nos alejamos una vez más del verdadero saber. El saber se maneja desde el poder, y el poder sabe que es así. Lo académico también es de a poquito, mediocremente, pocamente, se entregan apuntes, obvio que los alumnos debemos ocuparnos de abarcar otros saberes, y ahí, justo en ese minuto, aparece la indesmentible rutina normada por la sociedad y la cultura. Platos, casa, hijos ,trabajo, comida, supermercado, ferias libres, deudas, cuentas, deseos, diversión, entretenimiento, sexo, drogas, alcohol, futbol, delincuencia, candidatos, elecciones, consumismo, marcas, marketing, rating, ropas, modas, todas ineludibles cuando se vive en una sociedad. Ese es el saber productivo, el que produce sabe y tiene poder, en la Universidad ¿realmente hay poder y saber? o sigue engendrando más de lo mismo? No lo sé.
¿Existen los espacios en el Arcis para que los alumnos puedan manifestar su saber y a partir de este saber tener un espacio de poder a nivel estudiantil?
¿Existen los espacios en nuestro cuerpo para manifestarnos como nosotros queramos?... Satisfacemos a nuestro cuerpo, organismo inmediato, a nuestra merced, a nuestro servicio, lo satisfacemos, le damos todo lo necesario para su funcionamiento más o menos regular, equilibrado, o una especie de equilibrio que permita dilucidar acorde con los requerimientos que estamos solicitando…¿ lo hacemos??? No, porque vamos al médico para que ese hombre nos diga qué debemos hacer con nuestro organismo. ¿Otro ser que no nos conoce va a decirnos qué hacer con nosotros?, ¿por qué?, ¿porque le pusimos un saber?, ¿realmente sabe?, realmente estudio los 6 años de Medicina, y aprobó los ramos con éxito, y se apropió de su vocación para ayudar a otros?, lo sabemos. Yo lo dudo de todas maneras. El cuerpo se lo entregamos a otro para que ese otro sepa qué hacer. Es una locura!!! si se piensa bien. Vamos donde el médico y le pedimos permiso para comer algo o no, le avisamos que estamos haciendo constantemente para que él nos diga qué hacer. Y nos constituimos en el síndrome de la enfermedad. Entonces, para mi la pregunta sería
¿Existen los espacios entre nosotros para decirnos y manifestarnos como un movimiento estudiantil que desea desarrollar y cambiar la monotonía que la Universidad también desea?
Y si no lo desea, hagámosles extensivo el deseo. Estamos aún pidiendo permiso, ¡¡¡ES NUESTRA UNIVERSIDAD!!!!!, pero no la consideramos nuestra, al igual que nuestro organismo, es del doctor, no es nuestro. Es la universidad de Elisa, de Max Marambio, de Andrés Leiva, de cualquiera, menos de los alumnos y eso, aún nos hace pedir permisos para gobernar nuestro espacio, espacio que nos modifica y nos hace vivos en ese pertenecernos a nosotros mismos por esencia. Los espacios no existen por osmosis, no existen porque es el Arcis o es la Chile, y eso ha sido demostrado en el tiempo, los espacios se hacen se ganan, se pelean, se amotinan, se desean, se guerrean, ¡¡¡SE TOMAN!!!!. Ningún espacio se da porque si, ni aquí ni en la quebrada del Ají, ni lo van a plantar en el patio de la U… ni lo van a regalar como un souvenir con la matrícula. Las organizaciones son organizaciones y funcionan como tales, son los que están dentro de ellas los que tienen que conformarse de otra manera, pero no de la misma forma que las estructuras ya establecidas y por todos conocidas, porque estarían cooperando con el poder anquilosado en las paredes de todas las calles de Santiago, no sólo en la U., cosa que no sirve . El desarmar las estructuras empotricadas en las alturas e internalizadas en las pieles de nuestros propios compañeros es lo que nos debería importar antes de preguntar si es la U. la que otorga o no otorga un espacio. Es nuestro, desde que entramos pero estamos tan cagados de miedo todavía, (resabios de aquella), que cuesta asumir esa tarea, esa responsabilidad, de ocupar los espacios que nos corresponden, porque es una tremenda responsabilidad, es un tremendo esfuerzo que demanda robarle tiempo al tiempo, ganas, motivación, consecuencia, coherencia, compromiso. ¿ocupamos los espacios en nuestras casas?, ¿ocupamos los espacios con nuestros hijos?, ¿ocupamos los espacios en nuestros trabajos?, ¿con nuestros amigos?, ¿con la Universidad, como futuros Psicólogos?, ¿como estudiantes?, ¿ocupamos esos espacios?, ¿cuántos espacios nos sobran en nuestros cuerpos, que están completamente vacíos y los llenamos con mierdas?, ¿cuántos?
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