“NOS RELACIONAMOS DESDE LA APATÍA…” Entrevista a Héctor Cataldo, Profesor de Filosofía Universidad Arcis

Posted on 10:57 by aula subversiva




“NOS RELACIONAMOS DESDE  LA APATÍA…”


De acuerdo a la organización que estamos realizando con los compañeros, nosotros  queremos conocer, a su vez, la visión de los docentes que se encuentran en las aulas y aquellos que ya no están presentes hoy día.

A.S: ¿Tú estudiaste en la Universidad Arcis? ¿En qué período?

H: Estudié desde el año ‘93 hasta el ’97, ’98 licenciatura en filosofía.

A.S: ¿Cuándo empezaste a hacer clases en el Arcis como académico?

H: A ver, primero como ayudante, el ’97, todavía estaba estudiando y de ahí no pare nunca más, hasta que fui profesor ayudante con Iván Trujillo en filosofía, como tres o cuatro años y posteriormente como profesor titular el año 2006, propiamente.

A.S. ¿Puedes darnos una visión respecto de cómo eran los estudiantes en el Arcis en ese tiempo a como es ahora?

H: Sí, diferencia hay  bastante, no sólo en términos estructurales sino en el cambio de gente, en el tipo de estudiantes que llega. A mi me da la impresión que el estudiante en mis tiempos, era mucho más activo, era mucho más militante, aunque no haya sido militante de algún partido, por decirlo de alguna manera, no todo el mundo era militante, pero si todo el mundo estaba en permanente actividad.

A.S. ¿Eran más  conscientes de lo que había sucedido años atrás, en la dictadura?

H: A ver…la dictadura todavía estaba, estaba caliente, calientita, hasta el año ‘94, ‘95, ‘96, tal vez, todavía era usual hablar de la concertación como continuación de la dictadura, no había ninguna…ninguna diferencia notable o palpable, tú recuerda que en los primeros cuatro años de Aylwin, fue de una persecución completa a todo lo que quedó de la izquierda extra parlamentaria como se le llamó después ¿no?, el FPMR, el Mir, Lautaro, etc., con un montón de asesinatos, persecuciones. Eso, de cierto modo se anduvo calmando entre comillas, debido a los pactos, cuando asume el gobierno de Frei, el año ‘94 hasta el 2000, ¿si  no me equivoco?, pero, todavía quedaba el sesgo notorio de la dictadura. Aún la concertación no ponía el mantel…, la concertación aún no ponía un manto encima de esto, como para empezar el proceso de olvido, y yo creo que ahí hay un quiebre, me atrevería a decir, no sólo a nivel de universidades, sino a nivel de la sociedad completa, en toda su dimensión. En el proceso de consolidación de modelo económico, el proceso de consolidación de nuevas relaciones, está la jurisprudenciacíon de la vida, por decirlo de alguna manera, esto de ponerle derechos civiles e individuales, ante cualquier otro derecho, etc., puede que esté equivocado en eso, pero lo que empieza a ocurrir desde mi punto de vista, es esa instalación o culminación democrática de lo que la dictadura inició, entonces ahí, para mí, hay un cambio rotundo.

A.S: Entonces, los estudiantes eran más activos, ¿estaban más al día, más pendientes del acontecer?

H: No, no más pendientes, había mucho más actividad universitaria, los estudiantes eran más reflexivos creo yo, bueno…, entre reflexivos, críticos y entre que en la calle Huérfanos de ese entonces, y los pacos que todos los días iban a se llevaban, no sé, cinco micros llenitas de cabros. Recuerdo que había una persona, no recuerdo su nombre, era una asistente social, ella, tenía que ir todos los días a la tercera comisaría a sacar a los muchachos.

A.S: ¿Cuál es la diferencia radical con lo que sucede ahora?

H: Yo veo que ahora hay una pasividad…una pasividad institucionalizada, es una pasividad chilena.

A.S: ¿Esto también afecta a la universidad Arcis?

H: Si, claro, es transversal, a pesar que en esta universidad, a diferencia de otras, los profesores por ejemplo, no tienen un seguimiento académico, acerca de que es lo que se está pasando o no en el aula, no hay un seguimiento coercitivo, a eso me refiero…,
 
A.S: ¿Esa diferencia la puedes establecer con otras universidades?

H: Sí, claro, absolutamente.

A.S: ¿Es muy amplia?

H: Es muy amplia, yo encuentro que sí, en otras universidades, se parte por pasarle un programa al académico y lo tiene que ver durante el semestre, acá no, acá, uno diseña el programa con las directrices que da la directora eventualmente, con cierto perfil que tiene la escuela, perfecto, uno va y lo hace, en fin…, por último, si no está de acuerdo dice que no tranquilamente, pero no hay un, “usted tiene que hacer esto y se acabó”. Hay libertad de cátedra.

A.S: Dentro de esos parámetros, nosotros vemos como estudiantes que hay un distanciamiento de la dirección de las escuelas, los docentes, y los estudiantes, no hay una cohesión de lo que nosotros quisiéramos, involucrando a todos los estamentos para crear una universidad mucho mejor de la que tenemos.

H: Mira… con la experiencia que tengo de acá, intentar juntar los estamentos, …aunque en los 90 se hizo, de hecho hubo congresos estamentales, no, como se llaman estos…(los claustros)… bueno…los funcionarios, académicos y  estudiantes, yo me acuerdo que, cada cierto tiempo se juntaban, discutían y decidían cuestiones.


A.S: ¿Hasta cuándo fue?

H: Eso fue… hasta… el 2002,...sí.

A.S: ¿Por qué se acabó?

H: Lo que tiene que haber provocado la culminación de ese proceso,  tiene que haber sido la crisis en la que entró el Arcis, que afectó a todas las dimensiones de la universidad.

A.S: ¿Cuándo pasa la crisis no se vuelve a dar la posibilidad de juntar a todos los estamentos y gestar las discusiones?

H: Ahora último no se ha dado, pero, yo no sé, si sea una política de la universidad el que no se haga, yo creo que también, es parte de la motivación de los estudiantes, porque aquí, mira, por ejemplo, se hacen actividades académicas y los cabros…, no van, se hacen actividades políticas y los cabros, no van, se traen a connotadas personas y los cabros...no van. Entonces, si uno fuera de la dirección de la universidad y está viendo eso, para qué va a hacer un claustro, para qué se van a armar claustros académicos, si no va a ir nadie,  porque después es re fácil poder acusar, que lo que resuelve el claustro, está invalidado porque no hay quórum, entonces, yo creo que el asunto es mucho más profundo que eso. Hay una apatía generalizada, no sólo en esta universidad, es una apatía constitutiva…por llamarlo de alguna manera.

A.S: ¿A qué te refieres con apatía constitutiva?

H: La apatía es la manera en que uno se relaciona ahora, uno en principio es apático para  luego relacionarse con lo otro, una cierta indiferencia con todo, esa es la impresión, cuesta…, cuesta incluso en la misma sala, con los mismos cabros, crear cierta empatía, el hecho de decirle, cabros, miren léanse estos textos, cabros hagan esto…son re pocos…, son re pocos… bueno, eso está cruzado por la educación técnica que este país promueve, que promueve por todos los medios, y yo creo que eso perjudica al Arcis, en términos que el Arcis, si bien tiene que desarrollar conocimientos técnicos, en distintas áreas, también tiene toda una gran y amplia esfera de reflexión, y yo creo que eso, se ve perjudicado debido al modelo en que está inserto un proyecto como éste, entonces para la universidad es súper difícil estar en una pelea de ese tipo, al menos para nosotros.

A.S: ¿Desde dónde parten las medidas que se puedan tomar, de la dirección, de los estudiantes, de los profesores o  de todo el conjunto?

H: Yo supongo que partirá por los que estén preocupados e inquietos por una situación de este tipo…

A.S. ¿Aunque seamos pocos?

H: Claro, aunque sean pocos, yo no creo que la dirección de la universidad, estén ajenos a un proceso de esto, no creo, por el discurso que tiene el profesor Margotta, que sé yo, por lo que uno escucha de los académicos en general ¿no?

A.S: ¿Si la dirección, los profesores y los estudiantes están de acuerdo de cierta manera, ¿por qué no se resuelve, ¿qué sucede? ¿Por el hecho de no involucrarse, de no gestar cosas, por no querer moverse o sólo por la apatía y la indiferencia?

H: No lo sé, eso no lo sé, lo inmediato que te puedo decir, es que lo que yo percibo es  apatía, eso es lo que percibo, el origen de la apatía puede estar en un montón de circunstancias y sucesos, pero, yo lo percibo de esa manera, ahí es donde yo centraría…     (el diálogo).

A.S: Hanna Arendt dice, en un ensayo que tú hiciste, acerca de la educación, que hay que poner énfasis en los nuevos, en los que nacen, sin embargo, los que nacen les enseñan los viejos, ¿cómo se da ese conservar de lo nuevo con lo viejo?

H: ¡Ah! bueno… ese es el problema de la educación en su núcleo, por decirlo de alguna manera, porque, a mí me da la impresión que lo que la Hanna Arendt quiere afirmar en ese artículo, sobre la crisis de la educación moderna, es que, enseñar y adoctrinar son dos cosas distintas, y que  en el caso de un niño, claro, se trata de enseñarle, pero también se trataría de cierto modo, conservar lo que hay, entonces, el equilibrio estaría en cómo se le enseña, en términos de poder provocar la reflexión, poder provocar la duda, poder provocar el discernimiento, poder provocar la responsabilidad, poder provocar que el niño te diga no, pero, al mismo tiempo, que él, tenga los elementos para poder comprender, que las cosas que están en su entorno, hay que tratar de mantenerlas hasta cuando haya que modificarlas por distintas razones o motivos, entonces hay cierto conservadurismo también ahí. Ese es el problema que tiene el profesor, el profesor escolar sobre todo, es el que tiene el problema como representante de los adultos, de los viejos, de lo que ya está, antes de los nuevos, y, al mismo tiempo sabiendo eso, él, tiene que extraer eso de los nuevos, entonces ahí, el maestro tiene que ser una persona muy, muy equilibrada en ese sentido. Yo creo que es ahí donde está el núcleo, porque a un niño por más libertades que le dé, se tiene que si o si, prohibir, no sé, prohibir ciertas cosas, -no podís ir a jugar a la lluvia porque te vai a resfriar, o si vai a jugar bajo la lluvia, te hacís cargo después de no resfriarte, sería ridículo ¿no?, si es que yo antes no le he enseñado, que vai a ir a jugar bajo la lluvia, vai a llegar, tenís que ducharte, pero ¿si es muy chico?, etc., Serrat dice algo de los locos bajitos, que por su bien, uno  les tiene que decir lo que no tienen que hacer, no sé…, alguna frase tiene Serrat a propósito de eso.


A.S: Ahora, yendo a tu hacer ¿Por qué estudiar filosofía?

H: De casualidad no más, de casualidad, porque un día… no sé… me llamó la atención ciertos autores, ciertas temáticas, me llamó la atención leer digamos, yo no se si fue que  un estudiante me dijo que la lectura era constante y permanente, no recuerdo muy bien, pero yo tengo la corazonada que fue algo por el estilo, no fue una decisión así pensada de ir a estudiar filosofía… porque…, no, y adentro ya empezó el desarme y al mismo tiempo el desarrollo.

A.S: ¿En qué aporta la filosofía a la realidad actual?

H: ¿En qué aporta?…yo no sé si la filosofía pueda aportar algo  a la realidad actual…o sí, si aporta algo, aunque lo que voy a decir es muy vago, yo creo que aporta elementos para pensar, en que pensar es una cuestión… re crítica, en términos de…si vemos la velocidad en que va el mercado, porque el mercado es veloz, genera productos, y pensar es lento, entonces, pensar es como ser antimercado, por decirlo de alguna manera, o promover la reflexión, el pensamiento, es como generarle un vacío, un vacío de lentitud al mercado, entonces, ahora, yo creo que lo que entrega, son elementos para poder reflexionar en diferentes ámbitos de la vida humana, ¿no? de la vida de nosotros, del acontecer chileno, o a lo menos en Santiago, no sé, depende de donde estés situado también,  pero yo creo que es eso, elementos para pensar, pero no, para llegar a concluir verdades desde el filósofo, por decirlo de alguna manera, no estatuir una verdad, no estatuir un camino correcto, es como decirte…(vagamente de nuevo), el aporte de nosotros es,  abrir aquello que está cerrado, aquello que se da por clausurado, aquello que se da por… esto es,…yaa…con la filosofía uno puede decir…, ir a ver si …, ir a decir que no, pero, sólo del ámbito de poder tenerlo como un elemento de la reflexión, la política tal vez se encargará de ver que hacer con eso, si es que le gusta, o no sé, otras disciplinas.

A.S: Desde la filosofía, ¿cómo te posesionas en los cambios sociales?

H: Poniendo elementos para la reflexión, poniendo elementos para un pensar sin barandas, como decía Hanna Arendt ¿no? Pensar sin…pensar desbordadamente, o si uno cree, cruelmente, en el sentido de cruento.

A.S: ¿Dónde se fusionan la filosofía y la política?

H: Dónde se fusionan la filosofía y la política… Ummmm…, no tengo idea, si la palabra es fusionar, donde se juntan, me da la impresión a mí, será…, será con la idea de virtud, tal vez, ¿no? la idea de virtud política me refiero, pensando como Virno, tal vez, mira, no sabría muy bien responder a eso, pero, mira,  es curioso, porque uno podría decir, cuáles son los elementos de la filosofía política, pero… dónde se juntan…

A.S: ¿Y, cuáles son los elementos de la filosofía política?

H: El estado, los gobiernos, la ciudadanía, la política propiamente, la polis griega, el imperio romano, la formación del estado moderno; hoy día la globalización, la internacionalización del neoliberalismo, la biopolítica, no sé, esos elementos… Pero ¿dónde se topa?, yo creo que es una pregunta que no podría responder hoy día, y no sé si la responda alguna vez.

A.S: ¿Cómo se produce la subjetividad en la filosofía?

H: …Es como si la filosofía tuviera subjetividad, es raro eso… ¿no? a menos que la pregunta sea, el fenómeno de la subjetividad, cómo se desarrolla al interior de la tradición filosófica, entonces, ahí uno podría ir a  Descartes, a lo menos, a las meditaciones metafísicas, y de ahí pa’ delante, quizás, hayan rastros hacia atrás, Bacon, pero sería muy arriesgado, pero tal vez, sería Descartes, y de ahí pa’delante, Locke,  Hume, Kant, Husserl. Pero la pregunta, así como tal… y está dicha…?
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A.S: ¿Cuáles son las condiciones de posibilidad para que exista una propuesta filosófica desde Chile, y que dé cuenta de la situación de nuestra historia?

H: Bueno, Foucault muestra que hay filosofías nacionales, en el sentido que está la filosofía anglosajona, francesa; yo creo que ese es el problema viejo, pero nuevo, en el sentido que todavía saca ronchas de hablar de filosofía latinoamericana, para poder pensar después en una filosofía chilena  ¿no?, no sé poh, la vinculación tal vez con la literatura puede ser una condición de posibilidad, con Neruda, que sé yo, con Rubén Darío, ¿no? sacados del periodo de Rubén Darío, más acá…, que sé yo… , Carlos Pezoa Véliz también, con la misma Gabriela Mistral…, yo leí unos…, mira hay un autor, no recuerdo su nombre, él es de la Universidad de Chile, que se dedicó a recopilar todos los textos que él consideraba políticos de la Gabriela Mistral, y el libro se llama, “Escritos Políticos de Gabriela Mistral”, se tiene que haber dado, pero… una buena cantidad de tiempo, ¿no? notable, porque los juntó y salen cuestiones espectaculares de la señora, y es literatura, entonces, o poesía en ese caso, y son cartas en general, uno que otro poema, pero yo creo por un lado, tal vez, para nosotros, la vinculación con la literatura, no sólo nacional en este caso,  sino también latinoamericana, en general, pero si uno va a hablar de condiciones de posibilidad y una filosofía que dé cuenta de la realidad chilena o una filosofía chilena, yo creo que es la literatura, es una cosa que uno no debería…, no debería desechar, creo yo. Por otro lado, la realidad chilena…, nosotros tenemos doscientos años. Los alemanes, franceses, los ingleses… No sé, si con doscientos años, nosotros, podamos decir algo así como una filosofía chilena propiamente o una filosofía que dé cuenta de nuestra historia, porque a la filosofía no le corresponde dar cuenta de la historia, la historia es la que tiene que dar cuenta  de la historia, o la misma vida cotidiana tiene que dar cuenta de la historia,  si nosotros, en tanto, seres históricos a lo menos, entre otras cosas, podemos decir mucho, no sé si la filosofía tenga esa obligación, yo creo que la filosofía lo que si puede hacer, es aportar elementos para la reflexión de la realidad chilena, que son botados, que sé yo, ¿no?, elementos que no son tomados en serio, que no son tomados en cuenta, que están en la periferia del pensar, del pensar…

A.S: ¿A qué elementos te refieres?

H: Me refiero por ejemplo a… la cultura, tal vez, aunque en Chile hay harto movimiento cultural, Galende, que sé yo, la Alejandra Castillo, la misma Nelly Richards, salvo Nelly, Alejandra y Miguel Valderrama o Federico, están vinculados con la filosofía, ¿no?, bueno Miguel es historiador, pero, no sé, elementos así como…la misma literatura por un lado…, la relación geográfica por ejemplo…, la relación geográfica…, las diferencias étnicas, ¿no? emmh…, cosas por el estilo, no lo tengo muy claro, te digo, pero sí, lo que tengo claro, es  que para poder hacer una… (propuesta)…, yo creo que, es con la literatura, ahí es donde estoy más cercano, más seguro, que si uno quiere dar cuenta de nosotros, tendría que ser con eso, sobre todo porque hay una literatura oficial y una literatura subterránea en esto. Del siglo XIX al siglo XX hay una literatura subterránea…hay cantores populares, está la cueca chora, no sé, hay un montón de esos elementos que pueden incorporarse a la filosofía, como elementos para la reflexión.

A.S: ¿Desde dónde la filosofía puede desarticular el constructo de poder?

H: ¿Desde dónde… la filosofía puede desarticular el constructo de poder? …Bueno… la filosofía no puede hacer eso…,

A.S: ¿Por qué?

H: Porque eso lo tiene que hacer la política,

A.S: ¿Por qué la política específicamente?

H: Porque la política es la que supone  o se supone, es la que está en directa vinculación con la generación de poder, la filosofía no, yo puedo dar quinientas cincuenta y cinco millones de argumentos, y basta que las personas me digan si…pero no…y listo. La otra cosa  es hacer política, otra cosa es empezar a hacer todas las gestiones que la política requiere para poder aglutinar gente, convocarse, autoconvocarse y entender lo que de común acuerdo decidan que hay que hacer, y comportarse de acuerdo a eso, no, con ideas filosóficas, antropológicas, económicas, culturales, matemáticas, no sé, cualquier otra cosa., pero la filosofía no puede hacerlo.

A.S: ¿Los filósofos no podrían gobernar?

H: Sí…, si…, un filósofo podría gobernar, mientras sepa hacer política…, por supuesto.

A.S: ¿Desde ahí podemos ver que la filosofía está ligada con la política?

H: Si, de cierta manera, de cierta manera, pero una cosa es la política o hacer política  y otra cosa es la discusión teórica, la filosofía es teoría…, es teoría, entonces ...el mismo Foucault, imagínate el mismo Foucault, que es el primero que pensé cuando tú me dijiste, pero él pescó la filosofía y la mandó a la mierda, o la misma Hanna Arendt, que tienen otras concepciones u otras formas de concebirse como teóricos, no ya filósofos, aunque tienen un montón de elementos de la filosofía sí, pero no son filósofos en el entendido. Tal vez, entre otras cosas es que precisamente la filosofía está dentro de un circuito y procede de acuerdo a ese circuito, entonces, no bastaría con lo que la filosofía propiamente desarrolla o entrega como para poder  decir, aquí vamos a destruir el poder, la filosofía no lo hace…, la filosofía no lo hace…, porque desde muchos puntos de vista, la filosofía genera poder, articula poder, estructura poder. En el sentido académico, instala proyectos de investigación,  instala directrices de investigación, instala saberes legítimos, saberes ilegítimos, etc., entonces, mal podría hacer la filosofía de suicida.

A.S: ¿Cuál es la osadía más grande para un filósofo?

H: ¡Ah!... yo creo que sería decir… esto es cierto.

A.S: Claro, esto es…, verdad.

H: Esto es…, así.

A.S: ¿Y se puede decir?

H: ¡No…!, si poh…!, si uno lo dice a cada rato…, pero lo que uno debiera saber también es que al otro día, uno mismo puede cambiar de opinión…, se leyó otro libro, discutió con alguien, y dice ¡ah!, …era todo lo contrario, o puede ser lo otro… uno habla muchas tonteras.



A.S: ¿Cuál es la mayor satisfacción que tienes en tu hacer como catedrático?

H: Cuando entiendo algo…

A.S: ¿Cómo es eso …si tú entiendes!!??

H: Claro…, cuando yo hago clases lo que digo, lo sé, pero cuando estoy haciendo clases, yo voy descubriendo otras cosas y no se las digo, no se las puedo decir, entonces, yo me río solo, las anoto si puedo, entonces, y es con las mismas preguntas de ustedes, a veces estoy obligado a responder cuestiones que en realidad decía…, de veras…, y yo estaba pensando todo lo contrario…, ¿cacha o no?... eso me pasa y me pasa permanentemente.

A.S: ¿Y...  esa es una satisfacción?

H: Notable, toda la satisfacción, digamos que de eso se trata.
Porque yo tengo medianamente claro que cuando haga un libro o algo por el estilo y tenga que poner de donde saqué esto, tengo que mencionar a la universidad y a los estudiantes, no se me ocurrió a mí no más, yo quizás lo voy a escribir, lo voy a mejorar, le voy a poner más cosas, y lo voy a hacer a mi modo, a mi manera, pero, tengo bien presente que hay un montón de cuestiones que yo he aprendido ahí, con las preguntas de ustedes y la reelaboración que yo voy a haciendo de eso.


A.S: Y…para concluir… ¿Si estuvieras en un escenario con muchos estudiantes,   qué le dirías desde tu saber?

H: Que estudien, que reflexionen, que aprendan, que lean…, que lean, pero que no se canuteen, es decir, que no conviertan su vida en eso, si no que, proponerse aprender cosas, e ir en la vida viendo si funciona o no, pero tampoco…tampoco absorberse en eso, pero si alguien quiere o si lo requiere no hay problema, porque hay proyectos que uno se da cuenta que requieren absorberse.

1 Response to "“NOS RELACIONAMOS DESDE LA APATÍA…” Entrevista a Héctor Cataldo, Profesor de Filosofía Universidad Arcis"

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Anónimo Says....

Estimados

La cátedra libre impartida por universidad arcis, es un fraude.
Un libertinaje para NO CUMPLIR con parametros minimos de metodología.

Menciono, un ejemplo de catedra libre deficiente.
Guadalupe alvarez de araya, realizó la peor ponencia que se haya hecho de Kazimir Malévich, fue una verguenza para mi presenciar tanta desidia por enseñar.
Fue patético.

Estudien, perfeccionense y sobretodo motivense para poder motivar a los estudiantes.

Que indignante conocer a profesores que contribuyen con el circulo vicioso del desgano.