ENTREVISTA AL EX PROFESOR DE LA UARCIS ENZO FEDELLI

Posted on 17:55 by aula subversiva

Entrevista al ex profesor de la Escuela de Psicología de Arcis, Enzo Fedelli


AS: El tema es hablar sobre la enseñanza del Psicoanálisis. Nosotros leímos el texto de Freud con respecto a si se puede enseñar Psicoanálisis en la universidad, y bueno, más allá de lo que dice en el texto mismo, uno se pregunta  ¿qué puede significar enseñar el psicoanálisis?, ¿en qué estamos pensando cuando pensamos en enseñar el psicoanálisis?, quizás por ahí podríamos empezar…


EF: ¿Qué dirían ustedes que pudieron extraer de ese texto de Freud?


AS: Básicamente dos cosas: una, que el Psicoanálisis de la Universidad no se va a beneficiar mucho, que el psicoanálisis en realidad se va a enseñar y a aprender, mejor dicho, en la práctica; y bueno además él menciona que hay un montón de otras instituciones que tienen una justificación mas histórica en esa época dado que el psicoanálisis no había entrado a la universidad, pero que el psicoanálisis no ganaba mucho con entrar a la universidad, y sin embargo la universidad si se beneficiaba mucho con la entrada del psicoanálisis, habla mucho de la medicina pero también de otras disciplinas relacionadas con las ciencias sociales que podían verse beneficiadas de eso.


EF: Sí, la experiencia de Freud en esa época es que el psicoanálisis no había entrado en la universidad de la manera en que lo ha hecho actualmente a través de las escuelas de psicología. Por lo tanto él sólo llega a decir “no se va a beneficiar”. Pero el panorama actual, al menos la experiencia en Chile podemos decir que es más bien perjudicial para el psicoanálisis. Porque uno podría decir que la universidad no ha sido capaz de asumir la distinción que Freud propone. Y es, más bien, por el interés que la psicología tiene de encontrar fundamentos que la sostengan como disciplina que busca en el psicoanálisis un apoyo. El problema es que para ello lo define dentro de lo que serian las ramas de la psicología. Eso es una malversación de los psicólogos que piensan la psicología como una disciplina que tiene distintas ramas teórico-prácticas dentro de las cuales estaría el psicoanálisis, es decir, el psicoanálisis vendría a subsumirse a “La Psicología”. Cuestión francamente errónea. Primero que nada tienen orígenes muy diferentes. La psicología nunca ha dejado de tener un pie puesto en el horizonte de la ciencia positiva que supone una eficacia cuantificable de su práctica y que tiene como vara de medida la adaptación del sujeto, cualquiera que sea el ámbito social donde se inserte; la adaptación del niño a la escuela, la adaptación del obrero a su trabajo, o a su ámbito laboral, la adaptación de los cónyuges entre sí, la adaptación a la familia, a sí mismo, etc. Todos ellos ámbitos de acción donde la psicología ha intervenido desde una perspectiva definida por ese lugar de intervención: psicología educacional, laboral, social, familiar, individual, etc. Y se hace necesario recordar también que en ese inicio científico positivo de la psicología, es primero investigación de laboratorio sobre los procesos mentales, no una terapéutica. Es con posterioridad que la demanda social hacia la psicología la obliga a responder con prácticas terapéuticas, y por no tener los fundamentos para ello es que se van a apoyar en autores y clínicos ajenos a la psicología. Lo que logra el campo de la psicología como práctica específica es el uso de los test mentales, pero todo lo otro lo toman, podríamos decir, de la psiquiatría, de la sociología, del trabajo social, o del psicoanálisis.
En el origen del psicoanálisis en cambio hay un hacerse cargo de lo que queda como resto del saber médico, neurológico y psiquiátrico, es decir, eso que la medicina, la neurología y la psiquiatría desechan como objeto de su práctica, aunque tengan frente a si un sujeto sufriente. En su desarrollo va a tener múltiples transformaciones, respecto a la definición de lo psíquico y de la práctica clínica, pero va a persistir su compromiso con una práctica no adaptativa del sujeto. Podríamos afirmar que la psiquiatría, la psicología, y la neurología actualmente se han alienado claramente al formar cuadros para el sistema o acallar todo síntoma del sujeto subversivo al establishment, en cualquier área que participe. Esto por la vía farmacológica o de las terapias adaptativas, o por la búsqueda de un soberano bien armónico, todas vías de rechazo del sujeto del inconciente.


AS: Dado este carácter subversivo del psicoanálisis, en el sentido de no seguir los esfuerzos adaptativos que tiene el resto de la institucionalidad psicológica y, por otra parte, el considerar la incorporación a las universidades de la enseñanza del psicoanálisis como parte de la malla de la psicología y como una rama de ella, como usted planteaba… puede entenderse, por un lado como usted decía que la psicología no tenía las herramientas teóricas para llevar a cabo su labor terapéutica y debió recurrir a otras disciplinas dentro de las cuales estaría el psicoanálisis…


EF: Ni teóricas ni terapéuticas…


AS: Cierto. Pero también puede entenderse como un movimiento de la institucionalidad científica para, de alguna forma, neutralizar o tal vez hasta aniquilar este movimiento subversivo.


EF: Sí, cierto, pero no lo pondría como un movimiento concertado. El psicoanálisis viene a incomodar al sujeto, a moverlo y a no dormirlo ni  acallarlo, y eso es muy molestoso en cualquier ámbito en que esto se desarrolle, así que uno podría decir que hay una neutralización del aspecto subversivo del descubrimiento freudiano que se ha implementado por diversas vías desde las críticas claras y directas hacia el psicoanálisis hasta, dentro del psicoanálisis mismo, desarrollos institucionales, terapéuticos, formativos, que han intentado hacer del psicoanálisis una psicología, es decir una práctica que pone al centro un yo adaptado a la realidad. Nada más lejano al psicoanálisis.


AS: Sobre eso una pregunta… porque finalmente ya la psicología acallando los síntomas del sujeto logra adaptar al sujeto a la sociedad, ¿cierto? Pero de otra forma igual, por otra terapia, en el psicoanálisis también se logra lo mismo: que el sujeto pueda vivir en una sociedad, en una cultura. Cuál es la diferencia de fondo, porque hay un método diferente pero también logramos que la persona pueda vivir mejor en una cultura.


EF: Es que no es cuestión de métodos diferentes, ni de técnicas. Para el psicoanálisis lo teórico es una formalización de la praxis y por lo tanto nunca podemos hacer una distinción tajante entre lo que se llama teoría y lo que es su práctica, pero ya no hablamos de técnica. Ahora, qué se logra con un análisis, eso sí es más difícil de definir, pero se podría decir que va hacia una relación nueva del sujeto con su síntoma, pero en eso hay del caso por caso, ya que otro aspecto fundamentalmente subversivo del psicoanálisis tiene que ver con la no homogenización de los sujetos. Es en eso que no hay adaptación posible, aunque la psicología quiera esto, los síntomas siguen ahí, siempre se puede escuchar un grito tras una mordaza. Y la vida no se juega en la quietud, el silencio ni la anulación del deseo.
Todo esto me hace pensar en que me dejaron preocupado cuando me escribieron por la entrevista y plantearon, a propósito del psicoanálisis en la universidad, de si había otras maneras de formarse como analista. Entonces ¿están pensando que un lugar de formar analistas es la universidad?


AS: Bueno… eso es lo que queremos hablar justamente ahora, mas allá de la idea que uno pueda tener, en el fondo, es plantear la reflexión dentro de los alumnos de la universidad, sobre todo, en una universidad que se plantea como psicoanalítica, o sea, nos parece que es súper relevante plantear esas dudas, digamos, que son las dudas de… no sé, por ejemplificarlo; esta semana, no me acuerdo quien, una compañera me comentaba que a los alumnos de 4to les decían que estaban haciendo psicoterapia psicoanalítica pero que no iban a poder ser psicoanalistas con eso, en los ramos de sistémica nos hacían hacer terapia sistémica pero no vamos a poder ser terapeutas sistémicos con eso, etc., nos enseñan Rorschach pero no podemos tomarlo. Entonces la duda es, bueno ¿en que nos están formando? Porque en el fondo la lógica mercantilista está instalada en todos nosotros, y todos vamos a buscar un producto y cuando estamos contratándolo nos dicen que en realidad no nos vamos a llevar ese producto que creíamos contratar sino que estamos en otra cosa. Y entonces por eso es que creemos nosotros que es súper relevante plantear este tema como reflexión, digamos, sin pretender llegar a ninguna conclusión definitiva, pero hay una inquietud que yo creo que es común a los estudiantes de nuestra universidad, de repente preguntarse cuál es el sentido de lo que estamos haciendo acá.


EF: Bueno el título que les dan es de “Psicólogo”, y no pueden pretender que sea otra cosa. Ahora, en Chile, la finalización de los estudios en psicología da un grado académico de Licenciado en Psicologia, y un título profesional: Psicólogo. El titulo profesional les debería dar las competencias necesarias para practicar con el uso de los test mentales, es decir los test proyectivos y de medición de la inteligencia, aclarémonos, eso es la psicología.


AS: Sin embargo, en nuestra universidad se pone el psicoanálisis como si esa fuera nuestra orientación…


EF: Es lo que yo planteé cada vez al inicio de mis cursos en la universidad, que podemos tomar al psicoanálisis como orientación para la práctica psicológica. Es decir, que la psicología puede tomar algunos apoyos, encontrar algunos esclarecimientos para su trabajo en el psicoanálisis, pero eso no implica que esa práctica sea un psicoanálisis ¿Por qué? porque el psicoanálisis no es un título profesional, ¿por qué? porque un título profesional se supone garantiza que ése que lo porta “es”, es sobre el ser que apuntaría esa cuestión. Para el psicoanálisis no hay ser del psicoanalista. Uno deviene psicoanalista en tanto lleva a cabo un análisis personal y si logra acompañar a alguien en su análisis, ya que el lugar del analista está permanentemente a prueba en la práctica clínica con los pacientes. Lacan en su proposición del 9 de octubre va a decir justamente que no hay un análisis personal y otro didáctico si no que hay un solo psicoanálisis cuando este es llevado hasta el final.
En cambio un título profesional, apunta a una garantía del estilo: “yo ya estudié, ya soy”. Así es que una vez más, aclarémoslo, ¡en la Universidad no se forman analistas!
Nos queda en el tintero la pregunta ¿qué es la enseñanza del psicoanálisis? En ese punto podríamos hacer distinciones. En particular para el psicoanálisis existe una difusión de la obra psicoanalítica, que es lo que podemos hacer en espacios como la universidad, esto refiere a dar a conocer la existencia del psicoanálisis y el interés que tiene para el trabajo de algunas disciplinas como por ejemplo la psicología, la medicina, la psiquiatría, la pedagogía, etc. Otra cosa es la transmisión del psicoanálisis, una transmisión del psicoanálisis propiamente tal es esa que no desconoce la particularidad del sujeto que se somete a ese proceso. Es como lo que intentamos acá en el Fort-Da: Centro Clínico Freudiano con los carteles y grupos de estudio. Esto se diferencia claramente de una enseñanza universitaria, esta última es la que tiene un programa, una bibliografía y unas evaluaciones, y cuando el alumno pasa sus evaluaciones sobre nota 4 se supone que maneja esos objetivos, esos contenidos y esa bibliografía, entonces ya está. Para nosotros no hay programas aquí, hay orientaciones, pero que se van a poner siempre en juego, como en el mismo análisis, en función de lo que devenga con un grupo preciso de personas, de lo que cada uno traiga en función de ese saber. La Formación por su parte va orientada a quien va a practicar el psicoanálisis, y eso tiene como exigencia el análisis personal, el estudio riguroso de los textos, y dar cuenta a otro mediante la supervisión de eso que uno practica. Lacan dice algo así como “el psicoanalista se autoriza a si mismo y de algunos otros”, porque para eso no hay título, pero no se puede practicar entre las cuatro paredes de la consulta sin someter a elucidación y análisis la propia practica mediante la escucha de otros, ése es el sentido de las instituciones analíticas.


AS: No, es que todavía me está… es que mire, ayer en una clase hice la pregunta, surgió así, decía que había un modelo médico y un modelo psicoanalítico de la psiquiatría, en una clase de anti psiquiatría. Entonces decía emm… el modelo médico dice que hay una carencia de algo producto de la falta de un deseo, entonces en el modelo psicoanalítico es… está el deseo y en cuanto tengo deseo hay una falta, una carencia, entonces en el fondo, decía que igual el psicoanálisis excluía a algunos sujetos, solamente trabaja con los que estaban más adaptados a la sociedad, por ejemplo trabajar con neuróticos, y el excluir a otras patologías que tenían unas características las cuales no podían incluirse por el método psicoanalítico, entonces trabaja sólo con una cierta estructura clínica.


EF: ¿Quién dijo eso que el psicoanálisis trabaja sólo con una cierta estructura clínica?


AS: Al menos es lo que nosotros….


EF: ¿Qué autor? ¿En qué lado? Freud habla de la dificultad de trabajar con los psicóticos, pero eso no quiere decir para nada que los neuróticos sean más adaptados. Freud trabajaba principalmente con los neuróticos, pero él inició la práctica analítica, después vino Lacan que continuó su trabajo y empezaron a vérselas de lleno con la psicosis.


AS: Al menos lo que… no sé, si yo o los demás alumnos comprendemos eso…


EF: Entonces suponen un método. Hay una serie de textos de Freud que se llaman “escritos técnicos” y que son consejos al médico, en que les habla a los que se inician en la práctica analítica. Hay que circunscribir el momento en que él los escribe. Freud estaba viendo que empieza a haber mucha gente adepta al psicoanálisis, que se pone a practicar el psicoanálisis, y que se pone a decir “yo soy psicoanalista”, y empezó a haber mucha práctica “salvaje”, es decir, que interpretaban sin considerar el caso por caso, la transferencia, etc. Entonces él pone precauciones, termina diciendo que para ser analista hay que ir a un psicoanálisis para después poder practicarlo. Y además dice cómo él practica el psicoanálisis, es decir, que ocupa un diván, recibe a los pacientes cada 45 minutos, etc…


AS: Eso podría ser el método digamos…


EF: Espere, espere… Freud dice “yo practico el psicoanálisis así, es la forma que a mi me acomoda, los otros verán como lo hacen”… y ¿qué es lo que hace la institucionalidad del psicoanálisis después de Freud? Decir “así se practica el psicoanálisis”. Entonces, después viene Lacan y se pone a practicar de otra manera porque no le cabe en la cabeza que Freud haya pensado que si el inconsciente por ejemplo es atemporal que las sesiones duren 45 minutos. Es decir que el tiempo cronológico no tiene nada que ver con el tiempo psíquico o subjetivo, entonces él ¿qué es lo que va a hacer? practica una sesión variable, a veces dura 1 hora, y otras veces dura 30 minutos, y otra dura 45 min., y otra 5 min., etc. Porque eso que dice el sujeto, eso que sorprende de lo inconciente, puede aparecer en cualquier momento, así que el corte opera como interpretación. Entonces acusan a Lacan de ser un hereje del dogma freudiano, y la institucionalidad psicoanalítica defiende esa ortodoxia y por lo tanto “excomulga” a Lacan.  Lacan se va y arma su escuela, y bien, fundamenta en Freud todo lo que él hace. Así que hay tantas críticas al psicoanálisis tan mal fundamentadas y, de lo único que dan cuenta, es del desconocimiento profundo que la gente tiene del psicoanálisis. Por ejemplo esta idea de que no sería para cualquier tipo de gente surge de esa misma ortodoxia. La experiencia que nosotros hacemos aquí en el Fort-Da es otra. Nos orientamos por los textos fundadores de Sigmund Freud y la enseñanza de Jacques Lacan. Y a partir del análisis personal, la supervisión, y el estudio riguroso de los textos analíticos hemos desarrollado un trabajo en el que recibimos en atención clínica a personas que vienen de diferentes partes de Santiago, de la Dehesa a La Pintana, por decirlo de alguna manera, obviamente a toda la gente no le cobramos lo mismo, no tenemos tarifas fijas, eso está dentro de lo que hablamos con la gente. Y bueno, trabajamos con todo tipo de estructura, para el psicoanálisis hay tres estructuras; neurosis, psicosis y perversión y ninguna de estas tres está excluida de su práctica, ya que es una práctica esencialmente no segregativa. Tenemos jornadas con niños, con los que hicimos ese bello mosaico (señala un colorido mural en la pared del patio), son niños psicóticos fundamentalmente, con los que estuvimos trabajando dos años para hacer eso, todos los sábados, así que bueno, insistimos en una práctica analítica rigurosa y eso implica no excluir a nadie que busque ser escuchado.


AS: Entonces, hoy día los estudiantes de psicología que hasta el momento sabíamos que por medio de la técnica de la asociación libre solamente se podía trabajar con una estructura clínica ¿pueden conocer que no es tan así en realidad?, ¿que eso es un mito?, ¿que el campo del psicoanálisis esta abierto a todas las estructuras?


EF: Sí


AS: Eso es súper interesante, porque hasta el momento yo no, o sea, sabía que había un foco de trabajo pero lo desconocíamos…


EF: Pero eso es un reduccionismo, o sea, ponerse a enseñar la asociación libre, como una técnica, es no entender nada de lo que es el psicoanálisis. Todo eso es lo que presta a confusión. Si podemos decir al respecto algo del psicoanálisis es que se trata más bien de un oficio, es decir no es ni una profesión ni una técnica.


AS: Se limita también en la misma universidad…
Ahora, respecto a aquello que hablábamos al principio, que tenía que ver con lo que ha hecho la psicología con el psicoanálisis, en el sentido de incorporarlo, intencionadamente o no, con el propósito de neutralizarlo o no, pero incorporarlo como una rama de ella misma, y me surge la idea de que eso que hace la psicología con el psicoanálisis es lo mismo que hace la psicología con todos los sujetos desadaptados que va encontrando en la cultura… ¿se puede ver así?


EF: Uno puede escuchar en su pregunta un intento de poner falsos enemigos, en el sentido de que yo diría de que uno puede entrar en un cierto facilismo, en una cierta comodidad intelectual al plantear esas disputas, sobre todo, porque esas disputas no suponen sujetos, sino que habla de “la” psicología, “el” psicoanálisis, eso no se pasea solo, existen mas bien psicólogos y por otro lado existen psicoanalistas precisos que hacen su transmisión, su enseñanza y su formación. Yo tuve la suerte de encontrarme con una, Mirtha Rosas, que es la que creó el Fort-Da y nos ha orientado aquí 15 años.


AS: ¿Cómo ve usted la relación de esto de la transmisión?, que si no se hace definitivamente en la universidad, el hecho que si el psicoanálisis se enseña a través de la experiencia misma y no se hace en la universidad, y por lo que yo entiendo la forma que usted tiene de adquirir ese conocimiento es solamente a través de la práctica, ¿qué es lo que piensa usted entonces?, de que se pueda hacer difusión y no se haga la práctica, digamos, ¿eso es lo que lo lleva a usted en fondo a tomar la decisión de….?


EF: Un pie fundamental de la formación psicoanalítica está en la práctica aunque no exclusivamente, como decía antes, es una formación continua y permanente con otros, ese con otros es fundamental. 


AS: O sea, entendiendo eso profesor, habría que… ya que no existe una metodología como si bien usted dice que Freud sentó una forma, inició esto, y demostró un camino, que es efectivo, no se podría llevar entonces al campo de la enseñanza metodológica universitaria…


EF: Sí se puede, pero la pregunta es ¿qué? ¿Qué del psicoanálisis? Esa es la cuestión. Se puede llevar a la universidad no para formar analistas, se puede llevar a la universidad no para transmitir el psicoanálisis, ya que el saber universitario como tipo de discurso constituye una práctica en la cual niega las particularidades y es necesario que sea así, pero es un tipo de discurso que no es el mismo discurso que el psicoanálisis.


AS: En ese sentido… si, o sea, podríamos hallar un sentido a incluir el psicoanálisis dentro de la malla de la formación de un psicólogo.


EF: Sí, en el sentido que lo dice Freud en el texto al que ustedes se refieren al inicio de la entrevista, seguramente que a los médicos, a los profesores, a las enfermeras, a los asistentes sociales, a todos les vendría bien saber algo de psicoanálisis.


AS: Pero cómo se hace en la universidad para resolver esa dificultad que tienen los estudiantes que están recién iniciándose en la comprensión de los conceptos básicos del psicoanálisis, debido a que están desenganchando la teoría de la práctica, debido a que no han estado nunca en un trabajo analítico, que no tienen la posibilidad de ver en si mismos esas cosas que se están estudiando a medias…


EF: Bueno… eso es una responsabilidad de aquellos que hacen difusión del psicoanálisis en la universidad, se trata de saber cuáles son los elementos que les pueden servir de apoyo a una práctica de psicólogo. Ahora, si igualmente se afirman otras cosas, será para cada cual si va a verificar algo de eso luego, yendo a un análisis, si va a los grupos analíticos a encontrar algo de la transmisión.


AS: Ahora, ¿cómo usted evalúa esta difusión en las universidades? Porque, para llevarlo al curso o a la universidad, hay mucha gente que con esta difusión que hace la universidad con el tiempo ha ido como generando, como… que no lo acepta, rechazo, y hay quienes como que le van poniendo otras cosas. Se generan mitos, como por ejemplo, que el estudiante de psicología cree que no sé, el típico comentario que hacen es que sólo hablan de la sexualidad, pero sin entender bien lo que es. Y ustedes ¿cómo toman eso?,¿creen que esa discusión en realidad es útil o piensan que es mejor no hacerlo?, o ¿hacerlo de forma diferente para que no hubieran lecturas confusas de la teoría?


EF: O sea, puede ser… mire, yo diría que la mayoría de la gente que enseña el psicoanálisis en la universidad no ha ido a un análisis, y han tenido sólo estudios universitarios del psicoanálisis y a la vez hay gente que se supone se ha formado como analista, que se han ido a trabajar a las universidades e insisten en plantear una transmisión desde ahí. Esto es lo que creo ha llevado a engaño a los estudiantes. Se han creado una serie de programas de post-grado en psicoanálisis y ¿qué garantizaría ese post-grado?, en el equívoco que queda esta enunciación de un grado académico en psicoanálisis quieren olvidar que son post grados de psicología de otra carrera profesional, esto es lo que va a jugarle en contra al psicoanálisis mismo porque esa operación no puede realizarse sin un reduccionismo, revisionismo o ideologización de lo que el psicoanálisis enseña.


AS: Sin comprender mucho lo que es el psicoanálisis, yo siento que, en el afán de difundir, se genera rechazo…  termina siendo rechazada la visión del psicoanálisis por los estudiantes de psicología


EF: El psicoanálisis trae algo de una verdad de la que no se quiere saber y ya  por ese puro hecho produce rechazo, habría que saber de qué está hecho ese rechazo, pero seguramente que es como Freud dice en “una dificultad del psicoanálisis” y es justamente que cuando uno es puesto frente a lo más intimo del ser humano y ve que eso no es miel sobre hojuelas esto se vuelve inconciliable con la ilusión de sí que se teje cotidianamente. Prefiere entonces criticarlo, desmentirlo.


AS: Profesor, entendiendo que formar a un psicoanalista también tiene que ver mucho con el maestro que haya tenido uno en este proceso de la lectura de los textos, de la difusión del psicoanálisis. Quería hacerle una pregunta con respecto a usted… ¿qué le pasa a usted? porque ya obviamente sabemos que no está haciendo clases en ARCIS, y ¿qué le pasa a usted con respecto al despertar esto en otra gente, en alumnos, no sé, o en otro tipo de personas, que vean en el psicoanálisis una forma también de… por un lado de ayuda y por otro lado de poder estimular nuevos agentes que podrían venir a utilizar el psicoanálisis, convertirse obviamente en un proceso  en psicoanalista? ¿Qué le pasa a usted como promotor o maestro de esa mirada?, porque, no sé, yo lo veo como alumno, lo que nos pasa a nosotros. Yo creo que, por lo menos como estudiantes, vimos en su transmisión de los conocimientos una forma también de despertar ciertas cosas que nos hicieron ver en el psicoanálisis una oportunidad real de conocimiento y visión de conexiones, y por lo menos a mi me pasa eso. Entonces, la pregunta es: usted dejó de hacer clases ¿qué piensa en el futuro? ¿Tiene considerado volver a hacer clases, o está en una etapa de reanalizar el proceso?


EF: Para contestarle voy a hacer un poco de historia,  yo estaba haciendo mi práctica en psicología, en el hospital Exequiel González Cortés donde se realizaba un seminario llamado “A la escucha de los niños” a cargo de Luis Alberto Cayazzo, buscando hacer una escucha analítica de los casos que llegaban al hospital a contrapelo de la práctica psiquiátrica estándar de ese lugar. Empecé a asistir entonces a las entrevistas de niños y sus padres en ese seminario. Ahí llegó Mirtha Rosas quien se había formado en Francia, con ella nos habíamos encontrado primero en la Universidad Diego Portales, en algunos electivos de difusión del psicoanálisis que ofreció, pero lo principal fue encontrarla en esos espacios de supervisión clínica de niños que era el seminario del Hospital. Además de participar en ese seminario Mirtha nos convocó a un proyecto de escuela experimental. Queríamos armar esta escuela para trabajar con psicóticos, pero ninguno de nosotros tenía mucha experiencia clínica en general y menos con pacientes psicóticos, más que la del hospital en nuestras prácticas profesionales, la mayoría además no estaba o entraba recién en un análisis. Entonces la idea de Mirtha fue que accediéramos al psicoanálisis como tal, y que nos iniciáramos a la practica de éste, así surgió el Fort-Da recibiendo en un comienzo uno o dos pacientes. No tuve duda en participar en la fundación de este Centro Clínico ya que la propuesta estaba orientada por este psicoanálisis como trabajo de escucha que se practica en lo cotidiano. Sosteníamos el lugar con la plata que sacaba cada uno de su bolsillo. Hasta el día de hoy no nos ha financiado nadie y hemos buscado nuestra independencia por esa vía. Y la cuestión es que en ese momento, eso que empezamos a practicar, efectivamente no nos permitía subsistir, así que se hacía necesario tener otros trabajos. Yo trabajé en un colegio, y empecé a tener cursos en la universidad. Eso me permitió, por un lado, tener el dinero para sustentar eso que iba a ser un trayecto de largo aliento cuando me pudiera sostener en el trabajo clínico, y por otro, comenzar una difusión del psicoanálisis. A veces lo que decía en clases lograba tener el eco suficiente para que alguna gente se movilizara y pidiera hora en el Fort-Da. Con el tiempo, empezamos a trabajar con niños en un pequeño taller de “cuentos y canciones”, que era como retornando a ese proyecto original de la escuela experimental. Así que bueno, después de varios años ese pequeño taller de cuentos y canciones terminó en la jornada de acompañamiento para niños en dificultad que actualmente realizamos en que hemos trabajado hasta con 9 niños un número de adultos de entre 10 y 15  realizando talleres de títeres, música, mosaicos, cocina, e incluso actualmente un periódico. Además hemos aprendido a vivir juntos ya que nuestro trabajo no está despegado de nuestro convivir cotidiano, hacemos el aseo de nuestro centro, cocinamos, etc. todo lo que ha sido y sigue siendo gran parte de nuestra formación analítica ya que refiere a nuestra relación a la palabra y el bien decir y es primeramente con esos con los que hacemos la vida cotidianamente con los que se pone a prueba.
Entonces, para mi la universidad fue un primer lugar de inscripción laboral y donde podía encontrar un debate interesante un análisis de la contingencia pero yo diría que la universidad como tal está viviendo una rápida pauperización; al volverse una empresa, la labor del docente se transformó en una cátedra aislada de todas las otras. De todas maneras mantenía el interés que me producía lo que recibía de vuelta de los alumnos, sobretodo en vespertino, no me daba lo mismo todo eso que después me venían a decir de lo que les había llegado de mis clases, eso me hacía insistir. Pero por su parte cada vez teníamos más trabajo aquí en el Fort-Da, recibíamos cada vez más pacientes, nuestros talleres con niños se extendieron a horas de estudio primero, jornada después y luego supervisión y así con cada cosa buscando la máxima seriedad y rigurosidad que exige esta clínica. En la universidad constataba que había mucha gente que quería enseñar psicoanálisis, gente con mucho estudio de textos que podía dar una enseñanza de tipo universitario, pero de toda esa gente que se decía implicada en el psicoanálisis habían muy pocos que querían practicar el psicoanálisis propiamente tal, es decir, escuchar el sufrimiento de la gente, seguramente porque eso es lo más difícil. Mirtha nos habló de la necesidad de ello, que ocupar el lugar del analista para otros es de lo que más se adolece en este país, nos instó en hacer ese camino. Empezó a ocurrir que además, con el tiempo, alumnos que habían pasado por mis cursos de la universidad llamaban para venir a un cartel o para formar un grupo de estudio o algunos con más coraje directamente pedían una hora. Y después mandaban a algún amigo o pariente y así vienen más personas, es el lugar donde hago la mayor parte de mi vida y donde quiero estar. Toda la gente interesada al psicoanálisis yo querría que vinieran aquí ya que me decidí a ya no estar sentado en dos sillas como se dice, en esta doble militancia. En un principio la universidad para mi era una militancia y por eso no daba lo mismo en qué universidad daba clases, pero después eso yo diría que dejó de tener su fundamento en la misma universidad, así es que me volví un militante del psicoanálisis, porque el psicoanálisis refiere a una ética, y por lo tanto una política, y no cualquiera. Así que finalmente esa es la transmisión y la formación que yo he recibido de Mirtha, ese es el psicoanálisis que ella trasmite, y ese es el psicoanálisis que yo quiero practicar, y que es el psicoanálisis que con el tiempo, he podido empezar yo mismo a transmitir. Así que eso, de todo lo que hablo en general y de lo que seguramente hablaba en las clases, tiene que ver con el trabajo que yo he hecho y hago permanentemente aquí.


AS: Bueno… yo no quisiera abusar del tiempo, pero me gustaría una última cosa. Por un lado, decir que justamente tener profesores, maestros, o como uno quiera nombrar a la persona que está ahí en el rol del profesor, que vivan el psicoanálisis de la forma que lo dice usted, hace que uno pueda acercarse realmente dentro de las limitaciones que implica el aula en la universidad y todo el cuento, pero el mayor acercamiento posible a lo que es el psicoanálisis, eso es, si nos tiene acá a nosotros, es porque eso es lo que buscamos, y en ese sentido, nosotros, yo me siento súper agradecido de haberlo tenido a usted como profesor, y no por la alabanza personal, sino porque lo comparo con otros profesores de otras asignaturas que no tienen esa complementación con lo que están enseñando, y por lo tanto, uno se queda en una mirada que no calienta, por decirlo de alguna manera. Por otro lado, me quedo con la inquietud, con la duda, de que tal vez, en alguna otra oportunidad, si es que tenemos la posibilidad, de profundizar un poco en como resolver ese tema que planteaba yo en algún momento, y que bueno algo conversamos, pero que no logré yo despejar respecto a cómo vencer esa dificultad para comprender la teoría psicoanalítica sin tener un acercamiento que vaya más allá de la sala de clases, que tal vez sea imposible. Tal vez la respuesta sea igual que si uno se acerca a un maestro de budismo y le pregunta cómo aprendo budismo… me va a decir practique meditación. Tal vez la misma respuesta del psicoanalista es… analícese.


EF: Claro que sí!


AS: Bueno, nada más que agradecerle profesor su disposición y tiempo.


EF: Bueno, a ustedes, ojalá que resulte de interés.

1 Response to "ENTREVISTA AL EX PROFESOR DE LA UARCIS ENZO FEDELLI"

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Unknown Says....

Muy buena entrevista. Sin duda creo que, gran parte de lo que entendemos del Psicoanálisis, para varios de nosotros, sus alumnos, se lo debemos al Profesor Fedelli. Cada clase fue justamente un ejercicio de instrospección en todo aquello que a veces nos cuesta tanto mirar de frente, y de entender que para poder comenzar en este camino hacia la escucha de otro, primero debemos hacernos cargo de nuestra propia condición. Afortunadamente tuvimos el privilegio de poder recibir toda su enseñanza abnegada durante el último año de clases impartidas en el Arcis.
Por todo eso, muchas gracias Profesor y gracias a los compañeros que realizaron la entrevista.

Saludos

Claudia Rondanelli